miércoles, 13 de abril de 2011

LA EVALUACIÓN DEL PROFESORADO

Jornadas del Consejo Escolar de Asturias, 5 y 6 de abril en Oviedo

FINAL DE CICLO: LA FRUSTACIÓN DE LOS RESPONSABLES POLÍTICOS SITÚA AL PROFESORADO EN EL OJO DEL HURACÁN

           
Con una asombrosa coincidencia, tanto en fechas como en el tema elegido, las administraciones educativas de las Comunidades de Cantabria y Asturias han celebrado los días 5, 6 y 7 de abril (este último día sólo en Cantabria) sendas jornadas con un tema central: la evaluación del profesorado. “Repensando la profesión docente” las titularon aquí en Cantabria. “El desarrollo profesional de la función docente” fue el nombre elegido en Asturias. En realidad, las jornadas se han parecido como dos gotas de agua y el mensaje, dirigido fundamentalmente a equipos directivos, ha sido el mismo, en ambos casos: es necesario evaluar al profesorado, pues sus métodos están desfasados y es el principal culpable del fracaso escolar.

En primer lugar, hay que denunciar la excesiva querencia de los responsables educativos de Cantabria por este tipo de actos: en poco más de 4 años -desde diciembre de 2006 en que se celebró la I muestra de educación- han realizado cinco congresos y tres muestras, con un gasto total cifrado en varios millones de euros. Si en los casos anteriores la temática ha sido diversa (competencias básicas, interculturalidad, F.P., etc), en éste, que se presume el último evento que van a organizar como máximos responsables de la educación en nuestra región, se han quitado las caretas y han situado al profesorado como directo responsable de que 8 años después de su acceso al cargo, la educación no haya mejorado.

La culpa no es de quien ha utilizado la enseñanza con fines políticos, partidistas, propagandísticos y personales. Ni de quien mantiene los presupuestos de Educación muy por debajo de lo que dedica la media de los países de la OCDE (y además destina de ellos, una parte considerable a la enseñanza privada, situación sin parangón en ningún otro país europeo). Ni de quien, además, ha reducido en 2011, ese ya de por sí exiguo presupuesto (comparado con el de los otros países del entorno) en 1800 millones de euros a nivel nacional. Ni de quien ha burocratizado y jerarquizado los centros. Ni de quien ha sido incapaz de dar una sola respuesta que mejorase la práctica docente en unas condiciones sociales cada vez difíciles y complejas. Al revés, han “engordado” su aparato burocrático, alejándolo cada vez más, de la realidad de los centros.

En Asturias, la situación es –aún- más esperpéntica. Un Consejero de Educación destituido y encarcelado acusado por la juez de prevaricación y que solo ha accedido a su libertad provisional tras pagar una alta fianza. Su sucesor – 6 meses lleva en el cargo- pretende eludir una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia del Principado de Asturias que ha declarado la nulidad de la carrera profesional, que la Consejería de Educación trató de implantar en 2007.

Su estrategia es sustituirla por otra ley (la ley de evaluación de la función docente y sus incentivos) cuya filosofía y pretensiones son absolutamente los mismos que la ley de 2007 declarada ilegal. Nuestros compañeros de SUATEA –que ya ganaron la batalla judicial anterior- han interpuesto recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, ante esta maniobra. Recurso de amparo que ha sido admitido a trámite por el TC el pasado 17 de marzo.

Pues bien, en esta situación de inestabilidad jurídica y de zozobra y provisionalidad institucional, el nuevo Consejero de Educación no ha tenido reparos en poner en marcha, desde el 16 de marzo, el plan de evaluación que desarrolla la ley de evaluación sobre la que ha de pronunciarse el Tribunal Constitucional. Su consecuencia inmediata ha sido convertir los centros en un polvorín, pues deja a criterio subjetivo del equipo directivo, la mayoría de cuestiones a evaluar.

No es de extrañar que, en este contexto, las jornadas desarrolladas en Oviedo hayan estado marcadas por este tema. Como expresó un participante en el coloquio posterior a la intervención del profesor de la Universidad de Oviedo, José Muñíz, “cómo es posible que nos vengáis a hablar de evaluación, con el esperpento que estamos padeciendo estos días en los centros”. Sin embargo, el nuevo Consejero, sin inmutarse, proclamaba ufano : “en la última Conferencia de Educación, el ministro ha animado al resto de Comunidades Autónomas a seguir nuestro modelo”. Que Dios nos pille confesados….

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